Países asociados a la red AIRCOP
Países que forman parte de la red AIRCOP con el apoyo de otros socios internacionales
Los grupos de delincuencia organizada llevan mucho tiempo centrándose en agilizar el transporte de drogas y otras mercancías ilícitas a través de barcos, contenedores, aviones e incluso fabricando sus propias embarcaciones semisumergibles. Gracias a ello, han podido transportar cantidades cada vez mayores de drogas y mercancías ilícitas por todo el mundo. Con la previsión de que el número mundial de pasajeros aéreos se duplique en los próximos 20 años, el aumento del flujo de pasajeros aéreos y la creciente conectividad internacional que ofrece (globalización), las compañías aéreas serán más susceptibles de ser utilizadas por pasajeros de alto riesgo y sospechosos, como los traficantes ilegales y los que tienen intenciones menos obvias, como los terroristas y los combatientes retornados de zonas de conflicto. El tráfico de todo tipo de drogas y mercancías ilícitas se realiza por vía aérea, como demuestran las incautaciones realizadas en todo el mundo. Entre ellas se encuentran la cocaína fabricada en América Latina, la heroína procedente de Asia y las nuevas sustancias psicoactivas (producidas localmente y exportadas en/desde muchas partes del mundo), pero también los productos de la fauna salvaje, el dinero en efectivo no declarado, los documentos de viaje falsos o los medicamentos falsificados. Sin embargo, muchos aeropuertos carecen de las capacidades técnicas y tecnológicas necesarias para llevar a cabo una elaboración de perfiles exhaustiva y eficaz, inspecciones de envíos y equipajes o controles corporales sin que ello afecte al buen funcionamiento de los aeropuertos comerciales.
El proyecto de comunicaciones aeroportuarias (AIRCOP) se diseñó en el 2010 para frenar inicialmente el tráfico de cocaína asociado a los pasajeros, la carga y el correo, desde los países de origen en América Latina a través del Caribe y África hacia Europa.
El proyecto pretende reforzar las capacidades de los aeropuertos internacionales para detectar e interceptar pasajeros de alto riesgo y mercancías ilícitas en los países de origen, tránsito y destino.
La mejora de la capacidad y el aumento de los conocimientos del personal formado han permitido ampliar el alcance del proyecto y, en la actualidad, AIRCOP contribuye a interrumpir los flujos de todas las drogas y otros productos ilícitos, a interceptar a los combatientes terroristas retornados y a detectar a las víctimas de la trata de personas y el tráfico de inmigrantes.
Además, basándose en la idea fundamental del intercambio de información y la creación de confianza, adaptable a la evolución de las rutas de tráfico y a la aparición de nuevas mercancías objeto de tráfico, AIRCOP se expande continuamente por todo el mundo como elemento clave de la gestión y la seguridad de las fronteras. Actualmente incluye aeropuertos en África, América Latina, el Caribe y Oriente Medio, y está prevista su expansión en el sureste de Europa y el sureste de Asia. Otros donantes se han unido a la Unión Europea para ampliar el alcance del proyecto.
El objetivo de AIRCOP es crear capacidades de interceptación en determinados aeropuertos internacionales de todo el mundo mediante la creación de Grupo de Tareas Conjuntas de Incautación Aeroportuaria (GTCIA). Los GTCIA están conectados a las bases de datos internacionales de las fuerzas del orden y a las redes de comunicación (I-24/7 de INTERPOL y CENcomm de la OMA) para fomentar la transmisión en tiempo real de información destinada a interceptar los envíos ilícitos. El proyecto también pretende promover el intercambio de inteligencia e información entre los servicios a nivel nacional e internacional, así como promover un enfoque de la lucha contra el tráfico de drogas basado en la inteligencia.
El proyecto es ejecutado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) en colaboración con la Organización Mundial de Aduanas (OMA) e INTERPOL.
