El tráfico de mercancías ilícitas -incluidas las drogas- es un fenómeno internacional con un impacto devastador en el desarrollo económico y social, así como en la salud pública.
El eje transatlántico, que se extiende desde América Latina a través del Caribe y África Occidental hasta Europa, es una ruta importante para estos flujos ilícitos.
Orquestado por grupos criminales transnacionales que operan en varios continentes y que a menudo participan en otras actividades delictivas (por ejemplo, secuestro, lavado de dinero, etc.), el tráfico ilícito de bienes es una fuente de inestabilidad que socava la gobernanza y pone en peligro la transición posconflicto.
La mayor parte de las mercancías ilícitas se transporta por mar, en su mayoría ocultas entre la carga legítima dentro de contenedores o en buques de carga, así como en barcos de pesca y yates. Los controles portuarios inadecuados y la debilidad institucional general facilitan la actividad delictiva y permiten la intersección de flujos ilícitos que conectan puertos en América del Sur con puertos en África y Europa que promueven la creación de redes delictivas.
Esta flexibilidad en el tráfico marítimo transatlántico es una razón fundamental por la que es necesario apuntar a las rutas de tráfico transregionales entre América Latina, el Caribe, África Occidental y Europa de manera consistente, coherente y simultánea.
En respuesta, como parte del Programa Global de Flujos Ilícitos (GIFP) de la UE, el Proyecto de Cooperación Portuaria – Fase V (SEACOP V) trabaja con las autoridades pertinentes en estas regiones, en estrecha cooperación con las agencias de la UE que luchan contra la delincuencia transnacional y garantizan la seguridad fronteriza.
SEACOP V tiene como objetivo contribuir a la lucha contra el tráfico ilícito marítimo y las redes criminales asociadas en los países y regiones de América Latina, el Caribe y África Occidental, en consonancia con los derechos humanos, con el fin de aliviar su impacto negativo en la seguridad, la salud pública y el desarrollo socioeconómico.
Lo hace para
Reforzar la eficacia de la inteligencia marítima SEACOP y la red de control marítimo / fluvial geográfica y técnicamente
Integrar de manera sostenible el conocimiento y la experiencia sobre amenazas e interdicciones marítimas que emanan de las rutas transatlánticas del tráfico ilícito en los planes de estudios nacionales y regionales.
Mejorar la cooperación y el intercambio de información a nivel nacional, regional y transregional, incluso con EUROPOL y FRONTEX.
El proyecto es ejecutado por un consorcio de Estados miembros de la UE liderado por Expertise France.
